Artículo final


Bloque 1: El lenguaje y la comunicación oral.

El lenguaje es nuestro medio de comunicación, que nos permite organizar y reducir el entorno. Es el soporte básico de la memoria individual y colectiva, permite el discurso abstracto, la autoexpresión y expresión humana.

Las lenguas son sistemas de signos, puesto que son señales arbitrarias y convencionales. En el proceso comunicativo interviene el emisor, que transmite una señal o mensaje por medio de un canal, y el receptor, quien recibe dicho mensaje. En función estos elementos la comunicación tendrá una u otra finalidad (por ejemplo la función conativa de la lengua tiene como objetivo influir en el comportamiento del receptor y provocar en él una reacción).

Independientemente de la finalidad de la comunicación, una adecuada competencia comunicativa es primordial en la vida diaria. Como bien indica D. Hymes, cada persona debe saber cuándo hablar y cuando no hacerlo, con quién, dónde y de qué forma.  Por ello debemos tratar de que nuestros alumnos, a lo largo de toda la etapa de primaria, desarrollen al máximo la competencia comunicativa, adquiriendo la capacidad de comprender y expresarse para así desenvolverse satisfactoriamente en su día a día.  Y no solo desarrollar la emisión del lenguaje, sino también la interacción que supone la comunicación oral. Un buen comunicador debe dirigirse a su receptor con la intención de hacerse entender (palabras adecuadas, ejemplos, tono de voz, velocidad, etc.), y además va a existir una respuesta por parte del receptor en muchos casos no únicamente verbal, por lo que los alumnos deben escuchar e interpretar qué les dice el receptor con el tono de voz, las pausas al hablar, los gestos, etc.
Todo esto no es fácil.

Durante este bloque he sido consciente de la importancia de crear situaciones en las que los alumnos se expresen oralmente con el fin de lograr todas las competencias descritas con anterioridad. No vale solo leer en alto, pues en la vida adulta nos tendremos que enfrentar a exposiciones orales y diálogos para los que podemos pensar que no estamos suficientemente preparados. Ya desde niños debemos ser capaces de exponer y expresar contenidos, pensamientos, emociones, etc. Y no solo expresar lo que queremos sino comprender lo que estamos escuchando, pues ambas capacidades van íntimamente ligadas. No nos expresaremos correctamente sin una adecuada comprensión oral. Para llegar a adquirir dichas capacidades nuestros alumnos se equivocarán, por lo que es primordial crear un entorno de confianza en el cual cada uno aprenda con sus propios errores y con los de los demás. Debemos estimular el desarrollo de competencias metacognitivas, que les permitan realizar una reflexión crítica de sus competencias.

Como bien hemos aprendido con la realización de las actividades, es fundamental el respeto en el aula. Seleccionar temas de interés para los alumnos, crear diálogos y debates, evitar interrupciones y críticas, enseñar a los alumnos a escuchar y no solo a oír, etc. son tareas prioritarias. Con todo ello los alumnos se sentirán cómodos y motivados para expresarse delante de sus compañeros, y así podrán trabajar (con el maestro como guía) la pronunciación, la entonación, la elección de las palabras y ampliación del vocabulario, la narración, la escucha a los demás…

Aunque escrito así suena fácil, como he indicado antes no creo que lo sea. En muchas ocasiones los alumnos son tímidos y rechazan participar por miedo a equivocarse, o se ven minados por alumnos más extrovertidos. He sido consciente de la importancia de no decir delante de todos los errores de un alumno, de que no debemos forzarle a participar sino que hay que usar estrategias con las que él se sienta cómodo, o que no podemos “librarnos” del alumno que impide un adecuado funcionamiento de las actividades. Contamos con numerosas formas de trabajo para motivar a los alumnos a expresarse en el aula (comunicación en gran grupo mediante diálogos o debates, en pequeño grupo mediante entrevistas o conversaciones singulares mediante la exposición o el monólogo). No siempre deben prepararse con anterioridad, habrá ocasiones en las que el alumno participará libremente en diálogos (de forma clara y coherente, vocalizando, utilizando adecuadamente la gramática, participando en el momento adecuado, etc.) mientras que en otros casos existirá una preparación previa (con la realización de un guion, ensayando y autoevaluando posteriormente nuestro ejercicio).

Dado el gran número de recursos de los que disponemos, considero que es importante saber elegir el más adecuado para cada alumno o grupo de alumnos, al igual que, como hemos indicado antes, es fundamental seleccionar temas atrayentes que inviten al diálogo y la argumentación. Por ejemplo, un alumno tímido quizás se sienta más cómodo inicialmente en pequeño grupo, o si permitimos que se prepare la exposición, etc. Pero ante todo, fomentar que los alumnos aprendan progresivamente a escuchar, comprender y expresarse ante los demás, y que sean capaces de ser críticos y aprender de sus propios errores.

Bloque 2: Comunicación escrita. La lectura.

Como sabemos, la lectura tiene un papel fundamental en la educación, junto con la expresión y comprensión oral y la escritura. Todos hemos vivido en clase la lectura en voz alta, la vergüenza de hacerlo mal, sin comprender e interpretar lo leído ni ir más allá de la descodificación del texto escrito. La lectura, al igual que las demás habilidades lingüísticas mencionadas previamente, formará parte del día a día en el futuro de nuestros alumnos. Sin saber leer no podrán  interpretar un enunciado, recabar información, seguir instrucciones y/o disfrutar leyendo.

En el proceso de la lectura descodificamos y atribuimos un significado a un texto redactado por un emisor (el escritor). Para ello disponemos de los movimientos oculares sacádicos (fijaciones oculares en signos gráficos determinados), y tras la percepción visual pasaremos directamente a atribuir un significado a lo leído, comprendiendo por tanto el texto y quedando parte en nuestra memoria. La lectura es, por tanto, ideovisual.

Previo al estudio de este tema y el desarrollo de las actividades, no era consciente de habilidades lectoras que adquirí durante mi aprendizaje y que son fundamentales para un adecuado desarrollo del acto lector. Un ejemplo la habilidad visual y la anticipación ocular, que nos permite recibir la información del texto a través de los ojos de forma fluida, mediante la realización de fijaciones selectivas, la lectura de búsqueda, no “leer todas las letras”, etc. La capacidad para mantener la atención o concentración en la lectura (motivando al alumno con textos que le interesen, en un medio tranquilo y sin excesivo cansancio, etc), entrenar la memoria (a corto, medio y largo plazo) y sobre todo la comprensión del texto (con ayuda de las referencias e inferencias) son fundamentales para estimular el gusto por la lectura y el hábito lector. Por tanto, de cara a mi futuro docente es importante saber que dichas habilidades se pueden entrenar, y existen multitud de actividades (muchas de ellas de carácter lúdico) que permiten ampliar el campo visual, entrenar los movimientos oculares sin mover la cabeza, la memoria visual. También existen actividades destinadas a evaluar la atención y comprensión del texto, de forma que los alumnos sean conscientes de si son capaces de realizar dichas actividades o si necesitan releer el texto varias veces porque no “se han enterado”, y elaborar estrategias de aprendizaje a raíz de sus errores.

Aunque existen múltiples métodos para el aprendizaje de la lectoescritura (sintéticos,  que parten de las letras o partes más pequeñas a las palabras; analíticos o globales, basados en elementos lingüísticos significativos; o mixtos), debemos tener en cuenta que la base para el aprendizaje es la motivación del alumno con la mediación del profesor, y que para que nuestros alumnos aprendan debemos partir de la lectura y escritura reales y de elementos significativos, priorizando los métodos mixtos de base analítica sobre los de base sintética.

Por último, he aprendido que la lectura en voz alta no es recomendable si el alumno no se ha preparado el texto previamente, no ha ensayado lo que va a transmitir y obligamos a los demás alumnos a seguir la lectura. Este tipo de actividad hace que los alumnos no escuchen lo que se lee, y lean textos que no comprenden con el único objetivo de no trabarse y “terminar lo antes posible”.

Poder preparar una lectura leyéndola previamente no permite trabajar con los alumnos la pronunciación, las pausas respiratorias, la entonación, la expresividad, etc. Además, comprenderá lo que está leyendo, y los demás pasarán de oír a escuchar e interpretar el texto. Aunque lo planteado parece obvio, durante mi infancia generalmente el profesor indicaba que alguien leyese el enunciado o el texto en un momento dado, saltando de uno a otro de forma que nuestra prioridad era leer el siguiente párrafo para poder hacerlo bien cuando me tocase. De hecho, no recuerdo muchos momentos de lectura silenciosa en el aula, comprendiendo ahora que son fundamentales para una lectura fluida, desarrollar la habilidad visual y comprender el texto. Y además, para mi futuro docente tendrá en cuenta que no es prioritario un tipo de lectura sobre otro, sino que en función de lo que queramos trabajar utilizaremos una lectura selectiva, silenciosa, intensiva, etc. Aprender a leer es una tarea que requiere tiempo y motivación por parte de los alumnos y del profesorado.

Bloque 3: Comunicación escrita. La escritura.

La escritura es la representación gráfica de una lengua. El control motor asociado a la grafía se denomina grafomotricidad, e implica coordinación visomotora, direccionalidad, tono muscular y ubicación espacial. El proceso de adquisición de la grafomotricidad es lento y progresivo, e implica una serie de factores: los factores físicos (el desarrollo de la motricidad fina y gruesa), los factores psíquicos (la autonomía, el desarrollo del lenguaje, la afectividad) y los factores socioculturales (predominio de la letra de imprenta).

Existen diversos métodos para el aprendizaje de la escritura: los sintéticos (estudio de letras, copiar varias letras para formar sílabas, copiar palabras y asociarlas con su significado y copiar sintagmas y pequeñas frases a partir de palabras conocidas), los analíticos (acercan la escritura mediante el descubrimiento de la grafía y la automatización de la misma, permitiendo su uso sin el esfuerzo de elaborarla cada vez) y los de base constructivista (los niños entran en contacto con el lenguaje escrito, lo analizan para descubrir criterios que les ayuden a entender la escritura, interpretan y comparten lo leído y finalmente escriben como pueden y cuando creen que es necesario).

Dado que implica el tono muscular (tanto la motricidad gruesa como fina), existen una serie de indicaciones que los alumnos deben tener en cuenta a la hora de desarrollar la escritura. Debemos cuidar todos aquellos aspectos que inciden en el desarrollo de la caligrafía, como es la postura, la disposición del papel, la sujeción del lápiz y la presión que se ejerce con el mismo, el movimiento gráfico y la velocidad a la que escribimos. Las dificultades con la caligrafía son habituales pero evitables con el trabajo continuado. El modelaje es fundamental para mejorar el trazado, y dado que es un trabajo monótono y aburrido, está en manos de los profesores buscar recursos que hagan esta actividad más motivadora y entretenida.  En internet existen muchos recursos para trabajar este tema4, 5, 6.


A medida que avanzan en primaria, desarrollarán la expresión escrita mediante la elaboración de cuentos, reflexiones, anuncios, etc; con coherencia y cohesión en el texto. Posteriormente realizaremos correcciones de forma que aprenda el alumno y los demás compañeros.

Previo al desarrollo de la actividad no me había detenido a reflexionar sobre la importancia del modelaje en la adquisición de la caligrafía, el tipo de papel o si usan un lapicero o un bolígrafo. Tampoco había pensado en opciones de escritura más allá de las redacciones o resúmenes, algo que ha sido la base de mi aprendizaje en primaria.  Por ello en mi futuro docente tendré en cuenta que la práctica es lo más importante, y que al igual que “a hablar se aprende hablando”, “a escribir se aprende escribiendo”.  No podemos limitar el aprendizaje de la escritura a la elaboración de alguna “redacción”, pues hace que los alumnos pierdan la motivación por este aprendizaje. La escritura es una actividad individual pero que tiene un componente social, pues se puede escribir sobre ideas de los compañeros, los alumnos pueden aportar sugerencias a uno de ellos, etc. Aunque en los primeros años la técnica de modelaje es prioritaria para adquirir así una caligrafía adecuada, posteriormente los alumnos deben ser capaces de escribir con cohesión, con ideas claras y ortografía adecuada, con una buena presentación, etc.  Y para ello existen múltiples tipos de textos que pueden interesar a los alumnos, como es la elaboración de una noticia, un cómic, una carta, etc., inventado o real, individual o grupal.

Bloque 4: Ortografía y semántica

Es fundamental que los alumnos conozcan un vocabulario y aspectos gramaticales básicos para favorecer así el habla, la escucha, la lectura y la escritura.

La ortografía se define como el conjunto de normas que rigen la representación escrita. Es una batalla para muchos alumnos pero también para gran número de adultos, que no son capaces de interiorizar la acentuación de las palabras o la escritura de dos grafías distintas para un mismo fonema (como la b y la v). La forma que yo tuve de aprender las reglas ortográficas fue mediante la memorización de las mismas, una metodología poco práctica, siendo mucho más útil la lectura y escritura reflexivas y analíticas para ello. Sin embargo, existen numerosas excepciones a las normas ortográficas que deben memorizarse o integrarlas con el uso continuado. Es la lectura y la escritura las que, con el tiempo, permitirán una adecuada ortografía. Nos vendrá a la cabeza la representación visual de una palabra determinada con sus características ortográficas, fundamentando por tanto la ortografía en la ruta visual. La atención, la memoria visual y el uso funcional de la escritura son los pilares fundamentales para desarrollar una adecuada ortografía. Crear textos que al alumno le interesen, mostrarlos, corregirlos y aprender de sus errores fomentará las ganas de aprender de los niños.

Me ha gustado mucho el esquema planteado en la teoría de la asignatura sobre el proceso de trabajo a seguir siempre que planteemos una actividad en el aula, lo considero de bastante utilidad pues cubre todos los aspectos que debemos considerar a la hora de proponer una actividad. Lo primero, es saber que objetivos queremos trabajar y como lo vamos a hacer. Debemos partir siempre de una evaluación que nos permita saber qué conocimientos tienen los alumnos (y así no repetir información o ejercicios, o crear actividades demasiado difíciles que hagan que se desmotiven). Posteriormente plantearemos la actividad con un ejemplo, y dejaremos que los niños ejecuten la tarea. Por último, es fundamentar evaluar a los alumnos y a nosotros mismos, para ver si la actividad es útil o no (si cumple los objetivos, es útil, les motiva, es apropiada para ese curso, si aprenden con ella o no, etc.)
Siguiendo este esquema podemos desarrollar multitud de actividades que permitan a los alumnos interiorizar la ortografía y escribir correctamente. Los recursos que hay en la teoría y los que he encontrado en internet son muy interesantes, pues van más allá de los ejercicios monótonos y convencionales (como un dictado habitual).

Por último, en este bloque se trata también la semántica (estudio del significado e interpretación de los signos lingüísticos, tanto el significado de las palabras como de frases hechas, expresiones, metáforas, etc.). La adquisición de vocabulario por parte de los alumnos debe ser continua y dinámica mediante el uso del diccionario, el conocimiento de sinónimos y antónimos que le permitan seleccionar la palabra más adecuada cada vez, la percepción de las distintas connotaciones de las palabras, evitar el “simplismo expresivo” o uso del mínimo vocabulario posible, etc.

Existen ejercicios mecánicos para trabajar el vocabulario que, aunque pueden ayudar, no son funcionales ni significativos (aunque en muchas ocasiones los vemos en las TICs). Del trabajo realizado y los apuntes de la asignatura me quedo con las actividades en las que las palabras están dentro de un contexto, por lo que el ejercicio adquiere significado y realidad, como son los ejercicios realizados con prensa, la sinonimia contextualizada, etc. Por el mismo motivo me han resultado interesantes las realias y las constelaciones, ya que van más allá del trabajo mecánico.
Adjunto un enlace que propone algunas actividades, extraído del libro de Montserrat Vilá titulado Juegos de expresión oral y escrita7.

Bloque 5: Morfología y sintaxis

Este bloque se centra en el estudio de la morfosintaxis, entendida como el conjunto de normas que permiten construir oraciones con sentido. La morfología de define como la forma y características de las distintas clases de palabras, mientras que la sintaxis hace referencia al orden y relación de las palabras en una oración; siendo ambas indesligables.

La morfosintaxis es un tema complicado, pues requiere el aprendizaje de las clases de palabras y funciones que estas desempeñan por parte de los alumnos. Comenzando por identificar el sujeto y predicado de cada oración, el alumno debe considerar que dichas oraciones se componen también del verbo (con sus distintas conjugaciones), el sujeto (no siempre explícito, como en otros idiomas), el sustantivo y los complementos del mismo (determinantes o adyacentes). Así mismo, en una oración podemos encontrar adjetivos y adverbios. Y no podemos olvidar que cada grupo verbal puede estar compuesto por diferentes complementos (el complemento directo, el complemento indirecto, el circunstancial y el atributo o predicativo). Las oraciones pueden ser yuxtapuestas o coordinarse por medio de conjunciones.

Como podemos ver, este es un tema que el maestro debe dominar para poder explicárselo de forma adecuada a sus alumnos (yo he tenido que volver a reflexionar sobre cada uno de estos conceptos), y orientar el aprendizaje teórico al desarrollo de la competencia lingüística de los alumnos, permitiéndoles reflexionar sobre su propio uso de la lengua y plantear opciones de mejora. Me ha resultado muy interesante la reflexión sobre que de la teoría se olvidarán en un futuro (como me ha pasado a mí y supongo que a la gran mayoría de adultos) pero es fundamental que los alumnos comprendan las reglas gramaticales para así mejorar su competencia lingüística (la comunicación oral y escrita). El objetivo es conseguir una reflexión metacognitiva por parte de los alumnos para llegar así al verdadero aprendizaje.

Aunque en 1º-2º de educación primaria la morfología adquiere el protagonismo, progresivamente trabajan la morfosintaxis como un concepto único, reconociendo y analizando también las funciones de las palabras dentro de la oración.

Antes de trabajar las actividades correspondientes a este bloque, no habría sabido cómo abordar la gramática en el aula. He aprendido que es primordial un buen conocimiento del tema para que los alumnos comprendan y aprendan de forma sólida, y que resulta muy interesante el uso de actividades para reforzar estos conceptos. Sin embargo, no todas las actividades son igual de válidas a la hora de trabajar la gramática, por lo que es primordial detenernos antes de la clase a seleccionar recursos adecuados (por ejemplo evitar texto extensos que tengan que analizar, trabajar el lenguaje oral mediante diálogos, usar recursos de carácter lúdico, solicitar que se evalúen de cara a mejorar, etc.).

Aunque continúo pensando que es un tema complicado, tanto en la teoría de la asignatura como en la búsqueda bibliográfica realizada aparecen múltiples recursos, muchos de gran calidad. Suponen un material muy interesante para que los alumnos se motiven a la hora de practicarla gramática, comprender y reforzar conceptos. 

CONCLUSIONES

A lo largo de esta asignatura he tenido la opción de aprender muchísimas formas de enseñar y trabajar las principales competencias lingüísticas: la expresión y comprensión oral, la lectura y la escritura. Me ha parecido muy interesante aprender las diferencias que existen con respecto a mi aprendizaje en la infancia, y la multitud de recursos que existen para favorecer el proceso metacognitivo y el aprendizaje significativo de los alumnos. Sin embargo, es tarea difícil pero prioritaria por parte del profesor saber guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje y elegir qué recursos serán más interesantes para nuestros alumnos. Lo que aprenderán a lo largo de su etapa educativa es fundamental a lo largo de toda su vida, tanto laboral como social.

BIBLIOGRAFÍA:
  1.  Apuntes de la asignatura.
  2.  Innovación educativa. (2016). Trabajamos la comunicación oral en el aula. Recuperado de: http://www.porlainnovacioneducativa.es/trabajamos-la-comunicacion-oral-en-el-aula/
  3.  La prensa en la educación primaria. Aprender con el periódico. Recuperado de: file:///C:/Users/leoze/Downloads/Primaria.pdf
  4. Primer ciclo de primaria. Recuperado de: https://sites.google.com/site/elprimerciclodeprimaria/recursotic---segundo-trimestre-ortografia
  5. El abecedario. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1aR42CDJSmH7yCpwp7KjmA92ETKZbchb3/view
  6. El modelaje de números. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1mR2TJv_h1_NXQKD-f1GwvADMizBWCP23/view
  7.  Andrade L, García S. (2011). Aprender jugando. Recuperado de: http://files.lazarillo.webnode.es/200000202-77c5d78bfd/Juegos%20de%20expresi%C3%B3n%20oral%20y%20escrita.pdf


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